Los ingenieros mejoran la técnica de construcción luego de inventar un ladrillo autorreplicante que extrae CO2 del aire, el ladrillo se produce aprovechando la fotosíntesis y las bacterias. Aunque esta nueva técnica necesita mejoras, es un gran avance en la búsqueda de materiales de construcción con menos energía y menos carbono.

En el corazón de este nuevo material de construcción se encuentra Synechococcus, un tipo de bacteria que se encuentra en el plancton y utiliza la fotosíntesis para generar energía.

La bacteria se combina con arena y gelatina, luego se empapa en agua salada cálida y rica en nutrientes. La fotosíntesis hace el resto, produciendo carbonato de calcio junto con oxígeno y glucosa.

Las formas comunes de carbonato de calcio incluyen mármol, piedra caliza y tiza. Ese compuesto constituye alrededor del 4% de la corteza terrestre y es un componente importante de los materiales de construcción, en particular, el cemento.

Teniendo en cuenta que la producción de cemento y ladrillo son procesos muy intensivos en energía que también requieren una gran cantidad de materias primas extraídas.

Gano impulso la búsqueda de materiales de construcción con menos energía y menos. En 2010, investigadores alemanes crearon un nuevo agente aglutinante que reduce el consumo de energía y las emisiones de CO2 de la producción de cemento. En los EE. UU., Los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han propuesto un método para producir cemento mediante electrólisis en lugar de hornos para causar las reacciones químicas necesarias . Pero los investigadores que trabajan con el Synechococcus en la Universidad de Colorado, Boulder, afirman que están abriendo nuevos caminos.

Por otra parte, el científico de materiales e ingeniero arquitectónico del proyecto Wil Srubar, Comento: «Diría que nuestro enfoque es fundamentalmente diferente porque estamos usando bacterias fotosintéticas y CO2 y luz solar para fabricar el material, ya que permitimos que la bacteria ayude en el proceso de fabricación del material real».

Sin embargo, sabemos que el material tiene sus limitaciones. La bacteria, por ejemplo, requiere las condiciones y la humedad adecuadas para prosperar.

Pero a pesar de la necesidad de mejoras continuas, la innovación podría tener potencial para su uso en ubicaciones remotas donde los materiales, la energía y el dinero no siempre están disponibles de forma gratuita.